El blanqueamiento dental es un tratamiento de odontología estética que aclara las piezas dentales, para alcanzar el color y brillo original de los pacientes. Permite eliminar la mayoría de las manchas producidas por causas extrínsecas, que son las ocasionadas por sustancias y alimentos como el té, café, cigarrillos, vino tinto, entre otros; también las manchas intrínsecas, que corresponden a las que afectan los dientes durante su fase de formación y que son causadas por algunos medicamentos, o bien las producidas por golpes o fracturas.
Este tratamiento puede no funcionar en todos los pacientes, ya que existen manchas dentales más complicadas que requieren otros tratamientos odontológicos estéticos.
Existen dos tipos de blanqueamiento
- Blanqueamiento con cubetas en casa: Consiste en utilizar un gel blanqueador con cubetas transparentes por varias sesiones en la casa, generalmente entre 7 y 10 días. El paciente puede graduar hasta cuándo utilizarlo dependiendo de la sensibilidad dentaria o el resultado del blanqueado deseado. Debe ser controlado por el dentista al final del tratamiento.
- Blanqueamiento en consulta odontológica: En este caso, se necesita la atención y control de un odontólogo debido a que se debe utilizar una alta concentración de peróxido de hidrógeno. Se realiza en el sillón dental por al menos 40 minutos.
Este tratamiento no está exento de riesgos, entre los que se encuentran las reabsorciones cervicales, la sensibilidad gingival y la sensibilidad dentaria post-operatoria. Sin embargo, para reducir los efectos adversos, es necesario que el paciente se atienda en lugares donde cumplan con las medidas de seguridad biológicas necesarias.
